Junio es un mes especial en muchas regiones de Colombia. Es la época en la que rendimos homenaje a quienes con sus manos siembran, cultivan y cosechan los alimentos que llegan cada día a nuestra mesa: ellos son los campesinos. Desde Doñarepa, queremos unirnos a esta celebración con lo que mejor sabemos hacer, acompañarte para cocinar con tradición. 

Es por eso que, en este blog, queremos invitarte a preparar una receta que es puro corazón colombiano: las arepas de maíz. En esta ocasión, no nos referimos a cualquier arepa… Hoy te enseñaremos a preparar cinco rellenos que evocan la calidez del campo, todos hechos con ingredientes que representan el sabor y la riqueza del trabajo campesino. 

Además, hablaremos de la importancia cultural de los ingredientes básicos en nuestra cocina y cómo, a través de una receta tan sencilla como una arepa rellena, podemos conectarnos con nuestras raíces y rendir homenaje a quienes trabajan la tierra con amor y dedicación. 

Vista superior de manos masculinas guardando mazorcas en un costal. En la parte inferior se aprecian las botas del hombre en la foto sobre un campo terroso.

El corazón del campo en cada bocado

Los campesinos colombianos no solo cultivan la tierra, también cultivan identidad. Su labor es silenciosa, pero esencial. Detrás de cada mazorca, de cada papa y de cada guiso, hay una historia; y en la cocina, esas historias se vuelven recetas, saberes gastronómicos que han pasado de generación en generación. 

Las arepas son prueba de ello. Este alimento tan nuestro es al mismo tiempo versátil, sencillo y profundamente simbólico. Están presentes en todos los momentos del día, desde el desayuno hasta la comida, y tienen el poder de adaptarse a cada región, a cada paladar y a cada historia familiar. 

Detrás de cada mazorca, de cada papa sembrada en lo alto de la montaña y de cada guiso cocinado a fuego lento, hay un relato de esfuerzo, de familia, de esperanza. Y cuando esos ingredientes llegan a la cocina, se transforman en recetas que han pasado de generación en generación, conservando no solo técnicas culinarias, sino la memoria de quienes han vivido del campo y para el campo. 

Vista superior de masas redondas de arepa en una tabla de madera y en un sartén. Alredor hay un bowl con queso cuajada y un rodillo. Todo sobre un fondo oscuro.

Cuando las arepas se rellenan con ingredientes del campo —como quesos frescos, hogao, carnes desmechadas o vegetales salteados— llevan consigo un pedazo del paisaje rural colombiano a cada rincón del país. Son una forma deliciosa y cotidiana de mantener vivo el legado de quienes siembran y cosechan con dedicación. 

Con Doñarepa, ese sabor auténtico del campo se mantiene intacto. Cada arepa hecha con nuestros productos es una invitación a reconocer, agradecer y celebrar el trabajo incansable de los campesinos. Porque cada bocado alimenta, conecta con nuestras raíces y nos recuerda de dónde venimos. 

¿Por qué la arepa es símbolo de tradición?

La arepa ha sido parte de la alimentación diaria de los colombianos desde tiempos ancestrales. Presente en cada rincón del país, en la mesa de los campesinos y en los hogares urbanos, la arepa representa una conexión viva con nuestras raíces, con la tierra y con quienes la trabajan con amor. 

Elaborada a base de maíz, un ingrediente profundamente ligado a la historia agrícola de Colombia, la arepa alimenta el cuerpo, la memoria y el alma. El maíz es fruto de la tierra fértil que labran nuestros campesinos cada día, un cultivo que exige paciencia, cuidado y saberes heredados por generaciones. En cada grano hay esfuerzo, esperanza y un profundo respeto por la naturaleza. 

En el campo colombiano, preparar arepas es un acto cotidiano cargado de significado, amasar la harina, dar forma con las manos, cocinar al fuego… todo eso forma parte de un ritual que une a las familias, celebra la cosecha y honra el trabajo bien hecho. 

Vista de manos haciendo bolitas con masa de arepas. Al fondo se ve otra masa y al lado un sartén.

Por eso, en Doñarepa, seleccionamos cuidadosamente el maíz colombiano, cultivado con dedicación para convertirlo en harina precocida. En cada bulto de Doñarepa encuentras un producto práctico y delicioso, resultado del respeto por el campo, por el saber popular y por la tradición. 

La arepa es símbolo de unión, de identidad y de agradecimiento. Por eso, en el Mes del Campesino, la mejor manera de rendir homenaje a quienes trabajan la tierra es llevándola a nuestra mesa con orgullo. Y no hay nada más auténtico que hacerlo con una arepa hecha en casa, con el sabor de siempre y con el corazón puesto en cada paso. 

5 rellenos para arepas que saben a campo

1. Relleno de hogao con quesito campesino

Este es el relleno más tradicional de todos. El hogao, preparado con cebolla, tomate y un toque de comino, es el alma de muchas cocinas colombianas. Al combinarlo con un quesito fresco, de esos que encuentras en las fincas o en la plaza del pueblo, tienes una arepa que reconforta el alma. 

Sugerencia Doñarepa: Prepara arepas de Maíz Blanco, ideales para resaltar el sabor suave del queso y el toque casero del hogao.

2. Carne desmechada con papa criolla

La carne desmechada, cocida a fuego lento con cebolla, ajo y un toque de achiote, es uno de los rellenos más apetecidos. Al añadirle papa criolla cocida y ligeramente aplastada, se convierte en un homenaje directo a los sabores del altiplano. Esta combinación es ideal para compartir en familia y recordar los almuerzos de domingo en casa de los abuelos. 

Arepa rellena con carne desmechada y queso sobre un plato. Todo sobre una superficie clara.

3. Fríjoles refritos con chicharrón crocante

Pocas combinaciones son tan potentes como esta. Los fríjoles cocinados al estilo paisa, bien refritos y acompañados con chicharrón crocante, son ideales para rellenar una arepa gruesita, hecha con Doñarepa Maíz Amarillo. Acompáñala con una cucharadita de guacamole o suero costeño para una explosión de sabor. 

4. Guacamole con huevo frito campesino

Una versión fresca y sencilla que resalta lo mejor del campo. El guacamole hecho con aguacates maduros, cebolla morada, cilantro y limón, servido dentro de una arepa caliente y coronado con un huevo frito con la yema tierna. Una opción vegetariana, nutritiva y deliciosa. Ideal para un desayuno especial con sabor colombiano.

5. Guiso de plátano maduro con cuajada

Si buscas un relleno con un toque dulce, esta es una gran elección. El plátano maduro cortado en cubos y cocinado con un poquito de panela, mantequilla y canela queda espectacular con cuajada fresca. Es una mezcla de contrastes que enamora. Ideal para quienes disfrutan de los sabores dulces con un toque salado. 

La cocina campesina: más que comida, es cultura

En cada uno de estos rellenos hay ingredientes nacidos de la tierra colombiana. Papa, plátano, maíz, fríjol, aguacate… productos que llegan a nuestra cocina gracias al esfuerzo de miles de campesinos. 

Y en la cocina de Doñarepa, honramos esos productos con respeto y cariño, convirtiéndolos en platos que cuentan historias. Cocinar con Doñarepa es mucho más que preparar una receta, es mantener viva una herencia, un saber que ha pasado por las manos de madres, abuelas y comunidades enteras. 

¿Cómo hacer una buena masa para tus arepas?

El maíz es uno de los grandes tesoros del campo colombiano. Está en nuestras raíces, en nuestras memorias y, por supuesto, en nuestras recetas. Por eso, preparar arepas con Doñarepa Maíz Blanco es más que una tarea de cocina, es una forma de honrar el trabajo silencioso y poderoso de quienes cultivan la tierra con amor. 

Esta versión dulce, con queso derretido por dentro y un toque de panela, es ideal para recordar esos sabores de finca que nos hacen sentir en casa. 

Ingredientes 

  • 1 ½ taza de Doñarepa Maíz Blanco 
  • 1 ½ taza de agua 
  • Queso mozzarella 
  • 1 cucharada de panela raspada 
  • 2 cucharadas de margarina 

Preparación:  

  1. En un tazón, mezcla Doñarepa Maíz Blanco con el agua. Revuelve hasta integrar y deja reposar por 3 minutos para que la masa tome textura. Este primer paso ya rinde tributo al ingrediente estrella del campo: el maíz. 
  2. Agrega a la masa el queso, la panela y la margarina. Amásalo todo con las manos, como se hace en la cocina tradicional, hasta lograr una textura suave y moldeable. 
  3. Divide la masa y forma arepas de aproximadamente 10 cm de diámetro y 1 cm de grosor. Cada una es un símbolo de las tradiciones que se mantienen vivas en cada hogar colombiano. 
  4. Ásalas en una parrilla o sartén caliente hasta que estén doradas por ambos lados, como se haría en la cocina de una casa campesina, con paciencia y sabor. 
  5. Abre las arepas con un cuchillo y rellénalas con más queso. Aprovecha que aún están calientes para que el queso se derrita y se funda con el dulzor de la panela, creando un contraste delicioso. 

Estas arepas no solo llenan el estómago, también llenan el corazón. Son una forma sencilla, rica y auténtica de rendir homenaje a los campesinos colombianos, a su labor diaria y a los sabores que han pasado de generación en generación. 

Gracias a Doñarepa, preparar este tipo de recetas es más fácil, pero el sentimiento sigue siendo el mismo, cocinar con respeto por el origen, por la tierra y por quienes la trabajan.  

Una mesa con sabor a agradecimiento

Cocinar también es una forma de agradecer. Y no hay mejor forma de celebrar el Mes del Campesino que preparando recetas que nacen del corazón de Colombia. Cada ingrediente que usas, cada bocado que compartes, es una forma de reconocer la labor de quienes cultivan la vida con sus manos. 

Desde Doñarepa Colombia, te invitamos a rendir homenaje a nuestros campesinos con lo que mejor sabemos hacer: cocinar con amor, sabor y tradición. 

¿Quieres más ideas? Explora nuestro sitio web y encuentra recetas llenas de historia, sabor y todo el orgullo colombiano. 

 

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