

Una tradición que se arma, se asa y se voltea.
La arepa no tiene una categoría especifica dentro de la cocina, pero si la tratamos de ubicar podríamos decir que pertenece a esos procesos en los que la mano de quien la cocina, su intuición y conocimiento proponen cantidades, humedades, grosores, formas de amasar, de tomar con los dedos, de girar la masa.